« Hace ya muchos años, Simone de Beauvoir al preguntarse por qué no existían en la historia grandes mujeres artistas, esgrimió la falta de libertad, las sujeciones y la tradición que pesaban sobre el sexo femenino, como los principales obstáculos que les impedían asumirdel todo el angustioso díalogo con el mundo, cargar sobre sus espaldas con todo su peso y sentirse responsables del universo. Hoy sabemos, que siempre ha habido mujeres que, como Frida Khalo, Ana Mendieta, Nora Ancarola o Claudia Bernal pueden asumir como propio el dolor ajeno y representar de manera poética, atemporal y universal los conflictos de la humanidad.» Elina Norandi